El ambiente en este club de blues es acogedor e íntimo, pero con la sensación de un gran concierto. Los músicos desprenden tanta energía que se contagia a los asistentes, quienes terminan aplaudiendo al ritmo de las canciones. El personal es muy acogedor y profesional. Además, el lugar ofrece una vista de la calle Bleecker desde el segundo piso, en el corazón de Greenwich Village.
Este club de blues ha sido el hogar de algunos de los mejores músicos de blues de Nueva York y del extranjero durante más de 30 años. Entre los muchos que han pisado su escenario se encuentran Hubert Sumlin, Little Milton, Magic Slim, James Carr, los Holmes Brothers, Phillip Walker y Johnny Clyde Copeland.
Los espectáculos en vivo son increíbles. Los músicos ofrecen un gran espectáculo, y la energía que desprenden se contagia a los asistentes. Además, el lugar es pequeño e íntimo, lo que permite estar muy cerca de los músicos y disfrutar de un sonido de alta calidad.
El club ofrece reservas para aquellos que no deseen sentarse en la barra, y también acepta a los que llegan sin reserva. En una experiencia compartida, un cliente se sentó en una mesa cerca del escenario y disfrutó mucho de la experiencia.
Aunque no se incluyen bebidas con la entrada, se pueden comprar cervezas por $9. Aunque el vino no fue muy bien valorado por un cliente, sugirió que el whisky o la cerveza podrían ser mejores opciones. Sin embargo, no se ofrece comida, por lo que se recomienda comer antes o después de la visita al club.