La panadería ha logrado establecerse como una referencia en términos de calidad del producto gracias a un saber hacer que siempre se renueva y se enriquece. Desde el principio, el fundador se rodeó de mujeres y hombres apasionados que comparten su visión del buen pan y la artesanía. Si hoy la panadería puede ofrecer productos de calidad en todo el mundo, es gracias a la implicación de sus empleados.
La historia de la panadería comenzó a escribirse en la calle Monge número 8 un cierto viernes, 13 de septiembre de 1996. Es en última instancia solo la continuación lógica de un viaje iniciado por un hombre desde su más temprana edad.
En esta panadería, puedes encontrar una variedad de panes y pasteles. Los productos son siempre frescos y deliciosos. Algunos de los favoritos de los clientes incluyen la baguette de alforfón y el financiero de frambuesa.
El servicio en esta panadería es excelente y el lugar es limpio y tiene un buen ambiente tranquilo en medio de todo el ruido exterior. Además, esta ubicación tiene un pequeño área para sentarse, lo que la hace un gran lugar para desayunar o almorzar.
Los clientes aman los productos de esta panadería. El pan de chocolate es genial y si lo consigues por la mañana, está fresco. Sin embargo, los clientes notan que los pasteles no se conservan bien si han estado sentados durante un tiempo. A pesar de esto, a los clientes todavía les gusta el lugar y siguen volviendo por la calidad de sus productos.