El servicio fue excelente, a pesar de que hubo un pequeño inconveniente con la reserva que no afectó mucho la experiencia en general. El personal fue atento y profesional, asegurándose de que todo estuviera a la perfección.
Los platos que más se destacaron fueron los dos cursos de wagyu y el yellowtail. Además, el mandoo y el truffle rice kimbap estuvieron deliciosos, este último con un aroma embriagador que realzó la experiencia culinaria. También se disfrutó mucho el menú de degustación que incluía un adicional de bibimbap de erizo de mar.
La comida fue increíble, preparada y presentada de manera delicada. Cada plato fue una obra de arte en sí misma, mostrando la habilidad y la creatividad del chef. La calidad de los ingredientes también fue notable, especialmente en platos como el pulpo, que estaba crujiente y jugoso.
Definitivamente recomendaría probar el pulpo, que estaba crujiente y jugoso. También el menú de degustación es una excelente opción para tener una experiencia culinaria completa. Además, el mandoo y el truffle rice kimbap son imperdibles, especialmente por el aroma embriagador de este último.
Los postres fueron bastante promedio, en particular el helado de zanahoria y el cono de helado. Aunque no se destacaron tanto como los platos principales, aún así proporcionaron un final dulce a la comida.